Debemos retroceder en la historia para recordar que el 31 de mayo de 1410 fallecía el rey de Aragón Martín I el Humano, sin dejar heredero directo y planteando un grave problema sucesorio. Varios pretendientes que alegaban derechos sucesorios, provocaron escaramuzas y enfrentamientos armados con gran derramamiento de sangre, hasta tal punto que llegó a temerse que se produjera una guerra civil en todo el reino.
Don Pedro de Luna, más conocido como el papa Benedicto XIII, hizo un llamamiento al orden y propuso que se reunieran compromisarios de los tres estados de la Corona de Aragón y estudiasen el problema pacíficamente y siguiendo cauces parlamentarios.
Los parlamentarios catalanes se reunieron en Tortosa, los aragoneses lo hicieron en Alcañiz y los valencianos se reunieron en Vinaroz. De estas reuniones salió la decisión de que participasen tres delegados o jueces de cada uno de los reinos que integraban la corona y así se llegó a la Concordia de Alcañiz el 15 de febrero de 1412.
Todos los compromisarios acordaron reunirse en la villa de Caspe, por ser esta ciudad equidistante de las tres capitales, Zaragoza, Barcelona y Valencia y porque el alcalde de la villa había garantizado la seguridad de los asistentes. Así pues, en abril de 1412 dieron comienzo las negociaciones y se prolongaron hasta el 28 de junio de ese mismo año.
Se acordó que el que resultase elegido debería obtener la mayoría de votos y al menos, un representante de cada reino.
Continua......
Fuente:Aragón
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